¿Qué es la contaminación ambiental?

La contaminación ambiental se produce cuando agentes considerados tóxicos o dañinos toman contacto con el medio ambiente y generan consecuencias negativas en los ecosistemas. Por ejemplo, cuando una fábrica vierte sus desechos a los ríos contamina el recurso hídrico, afectando a su flora y fauna.  

Este fenómeno es altamente nocivo para el medio ambiente ya que degrada la calidad del aire, el suelo y el agua y perjudica a los seres vivos. 

Otra muestra del impacto de la contaminación ambiental es el calentamiento global. Las emanaciones de gases de una fábrica contribuyen a la destrucción de la capa de ozono, agravando el calentamiento de la temperatura de la tierra. 

Es importante distinguir los tipos de contaminación ambiental más importantes que existen, para saber cómo se puede colaborar para mitigarlos: 

Contaminación atmosférica: se produce cuando se contamina el aire con agentes químicos. También denominado “polución”, este tipo de contaminación ambiental disminuye la calidad del aire y, por ende, la calidad de vida de los seres vivos. Los basurales con quemas a cielo abierto, los incendios forestales y los gases emanados por autos, motos u otros vehículos también añaden sustancias químicas contaminantes a la atmósfera. 

Contaminación hídrica: cada vez que los ríos y mares reciben sustancias externas tóxicas, se genera contaminación hídrica. También los lagos y cursos de agua subterráneos se ven afectados cuando las industrias o las personas los utilizan como vertederos. Esta forma de contaminar las aguas es una de las más peligrosas ya que afecta directamente a las especies que allí conviven y, en muchos casos, provoca que esos cursos de agua dejen de ser potables. 

Contaminación del suelo: es común ver baterías o pilas abandonadas en la calle o en la basura. También es conocida la utilización de agroquímicos para los cultivos intensivos. Todo esto genera contaminación en los suelos que entran en contacto con los residuos de esas baterías y los químicos agrícolas. Acciones como estas degradan la calidad del suelo dejándolo inutilizable en algunos casos y afectando a la flora del ecosistema. 

Contaminación acústica: se genera contaminación acústica cuando los ruidos externos superan un cierto nivel de decibeles, afectando la calidad de vida de los seres vivos que habitan en un determinado lugar. Por ejemplo, los sonidos en exceso de bocinas y motores o de motosierras en un bosque. 

Contaminación lumínica: cuando en una ciudad sus habitantes no logran ver las estrellas en la noche debido a la iluminación artificial urbano en exceso, eso es un ejemplo de la contaminación lumínica. Se trata de un fenómeno que se da cuando las fuentes externas de iluminación afectan la calidad de vida de las personas, pudiendo generar alteraciones en los ciclos de sueño o problemas de visión. 

Contaminación térmica: es por demás conocido el efecto que el calentamiento global tiene en animales, personas y plantas. El aumento de la temperatura de la tierra es uno de los problemas ambientales más graves que enfrenta el planeta. Hay muchas acciones que provocan la modificación de la temperatura del medio ambiente pero una de las más frecuentes es el verter residuos de industrias en las aguas, modificando las temperaturas e impactando en todo el medio ambiente. 

 

Entre los principales focos de contaminación ambiental en Argentina, se pueden distinguir: el uso de agentes químicos como agrotóxicos, la deforestación masiva, la utilización de combustibles de origen fósil como la nafta, el consumo irresponsable que genera más residuos y basura y dentro de esto, las grandes cantidades de desechos del hogar como bolsas plásticas, latas y cartones que no se reciclan.

BBVA contribuye a crear un mundo más sostenible a partir de acciones concretas. Es por eso que existe un trabajo permanente en iniciativas enfocadas en el cuidado medioambiental.

Eficiencia energética y gestión sostenible

En Argentina, BBVA cumple con parámetros de desarrollo sostenible teniendo en cuenta el cuidado del medio ambiente pero también la gestión sostenible en los procesos bancarios y los impactos de la red de sucursales en cada contexto. 

El edificio de BBVA en Argentina, La Torre, se construyó bajo parámetros de sostenibilidad . Por ejemplo, se establecieron objetivos de control de consumo y eficiencia en servicios como luz, gas y agua en las sucursales. El registro de estas mediciones, controles e indicadores arrojó como resultado una reducción en el consumo de energía eléctrica en las sucursales del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y también en los edificios corporativos. 

Para lograr estos resultados y continuar el trabajo enfocado en objetivos sostenibles, el banco capacita de manera continua a sus colaboradores en temas de gestión ambiental, seguridad y salud ocupacional.

Además el BBVA empezó a incorporar energías renovables ya sea a partir de acuerdos de compra, como a través de la incorporación de paneles solares en sus nuevos proyectos. 

Gestión de residuos

En oficinas y sucursales, se implementó la segregación de residuos en origen, incluyendo la gestión de residuos orgánicos, reciclables, peligrosos y rechazos. 

Gracias al trabajo de los colaboradores y las capacitaciones realizadas, BBVA en Argentina certificó el Sistema de Gestión Ambiental bajo la norma ISO 14001:2015 en todos sus edificios y gran parte de sus sucursales, buscando llegar al 100% de los inmuebles 

Finanzas sostenibles

BBVA contribuye a que tus finanzas sean más sostenibles, es por ello que ofrece alternativas como los préstamos para fines sostenibles.

Si querés comprar una bicicleta o monopatín eléctrico los préstamos para fines sostenibles de BBVA son un tipo de crédito orientado a apoyar la compra de bienes sustentables. Además, con este préstamo también podés comprar electrodomésticos de eficiencia energética “A”, paneles solares y autos híbridos o eléctricos. 

Y en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, BBVA lanzó la tarjeta sostenible, elaborada a partir de PVC (policloruro de vinilo) reciclado. Si ya sos cliente, podés pedir la renovación del plástico de tu tarjeta. 

Si no sos cliente, ¡solicitá tu tarjeta sostenible de BBVA y comenzá a marcar la diferencia!