presupuesto personal y familiar

Cómo hacer un presupuesto personal y familiar: paso a paso

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Entender cómo hacer un presupuesto es la mejor manera de poder optimizar tus ingresos para evitar las deudas. Es una herramienta para tomar decisiones que te permitan proteger tu salud financiera durante toda la vida. Después de todo, tiene como principal objetivo ayudarte gestionar tus finanzas para cumplir con tus objetivos de corto, mediano y largo plazo.

Ya sea para planear inversiones a futuro o para manejar los gastos de tu tarjeta de crédito, te traemos 6 pasos para que sepas cómo hacer un presupuesto personal.

Paso 1: identificá tus fuentes de ingreso

Lo primero que tenés que registrar para un presupuesto es el dinero que te ingresa. Salario, ingresos secundarios fijos, beneficios laborales o cualquiera que recibas con una periodicidad constante y por un monto establecido. También, tené en cuenta tus ingresos variables. Por ejemplo, inversiones, bonos, entre otros. Para saber cómo hacer un presupuesto personal hay que entender cuánto dinero tenés disponible para gastar y así limitar las posibilidades. 

Paso 2: identificá tus gastos

Toda salida de dinero que registres para adquirir un bien o pagar un servicio es un gasto, sin importar qué tan grande o chico sea. Siempre tenés que ser consciente del dinero que está saliendo de tu bolsillo, para evitar que cualquier gasto hormiga te sorprenda. El objetivo de esto es poder identificar qué gastos podrías recortar para ahorrar o destinar esa cantidad para otro fin. En este sentido, sacar tarjeta de crédito es una buena opción ya que el resumen de cuenta ayuda a desglosar gastos mensuales.

Paso 3: clasificá tus gastos

Una vez que sepas la cantidad de dinero que entra y sale de tu cuenta es momento de clasificar cada egreso de capital. No basta con saber cuánto gastás, también es necesario entender cuáles de tus gastos son importantes y cuáles no. A continuación, te contamos algunas formas de clasificación.
clasificar gastos

Gastos fijos y variables

Podés clasificar tus gastos en fijos y variables, los cuales pertenecen a dos grandes categorías: necesidades y deseos.

Los gastos fijos son aquellos obligatorios para la vida. Tienen una regularidad determinada y su monto está definido. Los gastos variables, en cambio, son egresos de dinero indefinidos y cambian de acuerdo con la actividad o consumo realizado en un periodo de tiempo. Es decir, algunos de estos gastos son esenciales para mantener un nivel básico de vida y funcionamiento (necesidades), mientras que otros pueden ser ajustables o evitables (deseos).

Necesidades vs. deseos

Entre los gastos necesarios (necesidades) se encuentra el pago del alquiler o hipoteca, mantener cualquier seguro que tengas (hogar, auto, etcétera) o cualquier impuesto relacionado a tu propiedad, el uso del transporte que necesites para tus actividades diarias, entre otros. Estos pueden cambiar según ciertas variables como tu consumo mensual, la inflación o imprevistos. Dentro de este grupo, se ubican el pago de servicios (gas, luz, agua, internet), la alimentación, combustible o gastos de emergencia.

Los gastos no necesarios (o deseos) pueden ser fijos, cuando hablamos de suscripciones mensuales a servicios de streaming, membresías a clubes y cuotas de gimnasio; o variables, cuando nos referimos a salidas como ir a comer, al cine o a recitales, hacer compras no necesarias, entre otras acciones.

¿Qué estrategias puedo utilizar para reducir gastos innecesarios?

Ya sabés cuánto dinero tenés mensualmente, cuánto gastás y cómo se dividen esos gastos, pero ¿y el ahorro? Según la autora y empresaria mexicana Sofia Macias es posible implementar 4 estrategias con los gastos no necesarios.

  • Eliminar: hay gastos que no son prioridades, sino consecuencias de malas decisiones, como tener un mayor gasto en transporte por dormir de más, gastar en delivery por no cocinar, o mantener suscripciones que no usás.
  • Espaciar: hay gastos que, si bien no son necesarios, no es necesario eliminar, como un corte de pelo o un café fuera de casa, pero no pueden ser fijos. Hacerse solo un corte por mes o comprar dos cafés por semana pueden marcar una diferencia con el correr del tiempo.
  • Reducir: a veces lo que afecta en el presupuesto mensual no es el gasto en sí, sino el total que se hace de ello. Si en cada comida tomás una botella grande de gaseosa, podés reemplazarla por otra de menor tamaño. Además, de hacerte ahorrar esta reducción será mejor para tu salud.
  • Sustituir: se puede buscar la forma de tener el mismo producto o actividad a menor precio o gratis. Por ejemplo, el gimnasio se puede reemplazar por correr en un parque y usar los aparatos y elementos de calistenia para trabajar con peso.

Recordá que el ahorro es sinónimo de prioridades, no de privación. Todo se puede, pero no al mismo tiempo.

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Paso 4: definí tus objetivos financieros

Es buena idea establecer metas a corto, mediano y largo plazo cuando armás tu presupuesto. Tus objetivos tienen que ser realistas, no solo para que sean realizables, sino para evitar que las frustraciones te hagan desistir de mantenerlos. Lo primero siempre es saldar tus deudas tan pronto como puedas, en especial las que tengan altas tasas de interés.

Te recomendamos, además, hacer depósitos regulares en una cuenta de ahorro para, a largo plazo, planear gastos más grandes como comprar un auto o hacer un viaje en familia. Para setear y definir objetivos es necesario contar con un banco que sea tu aliado a la hora de ahorrar y pensar en el futuro. Aprendé cómo obtener una tarjeta de crédito BBVA y conseguí a tu aliado del ahorro ahora.

Paso 5: creá el presupuesto

Listos tus objetivos, identificados tus gastos y establecidos tus ingresos. Ahora, es momento de tomar tus gastos y restarlos de tus ingresos, para así crear tu presupuesto. Si tu saldo es positivo, significa que tenés un espacio para el ahorro. Si es negativo, es necesario que evalúes tus gastos, para recortar aquellos prescindibles y así no aumentar tus deudas o compromisos financieros.

Asignación de recursos

Para mantener el presupuesto mensual y llegar a tus objetivos de corto y largo plazo es necesario asignar recursos a cubrir tus gastos fijos y no limitarte a ahorrar solo el dinero que te sobra a fin de mes. Es preferible que definas desde un inicio un monto para el ahorro dentro de tu presupuesto. ¿Cómo hacerlo? Te lo contamos en el siguiente párrafo.

¿Qué es la regla 50/30/20?

La regla 50/30/20 es una forma de distribuir tus ingresos mensuales en porcentajes para cubrir tus necesidades, gastos variables y ahorros. Según esta regla, tenés que destinar el 50% de tus ingresos a tus gastos fijos, como la vivienda, alimentación o el transporte; el 30% a tus gastos variables, como vestimenta, ocio o vacaciones; y el 20% restante al ahorro.
regla 50/30/20

¿Cómo crear un presupuesto familiar?

Pero si lo que te preguntás es: “¿Cómo hacer mi presupuesto familiar?”, podés seguir unos pasos muy simples, similares a los que ya te contamos anteriormente.

  • Hacé una lista de tus ingresos. Registrá los ingresos mensuales de tu familia. Esto abarca los salarios, depósitos, los intereses provenientes de los ahorros, etcétera.
  • Armá una lista de sus facturas mensuales. Anotá todos los pagos mensuales. Esto abarca la hipoteca o el alquiler, las facturas de los servicios públicos y del teléfono, las cuotas de  seguros, pagos de préstamos, o cualquier egreso de dinero de tu cuenta.
  • Buscá maneras de ahorrar. Restá tus gastos de tus ingresos mensuales para así saber cuánto podés apartar para los ahorros.
  • Fijá tu presupuesto. Empezá por crear un presupuesto por un mes. Tomá nota de lo que funciona y de lo que no, para hacer todos los ajustes que sean necesarios a los montos fijados.

Dejá que los niños ayuden con el presupuesto

Incluir a tus hijos es excelente para demostrar la importancia de hacer un presupuesto y no gastar de más. Es importante que sepan de autocontrol financiero y de los beneficios del ahorro. Además, esto los ayuda a entender desde una edad temprana por qué a veces no pueden tener lo que piden como juguetes o una consola de videojuegos nueva.Los más chicos pueden ahorrar su mensualidad o cualquier regalo de dinero que tengan, para que ellos mismos puedan comprar lo que en verdad quieran. Ahorrar dinero es una habilidad extraordinaria que tus hijos deberían aprender desde su más tierna edad.

Los adolescentes que trabajan pueden ahorrar parte de su salario para gastarlo cuando salgan con sus amigos o para comprarse ropa. Enseñarles a ser responsables con el dinero los va a preparar para independizarse.

Ahorrá dinero todos los días

Cambiar hábitos en la rutina puede hacer la diferencia. Se puede implementar integrando estas acciones a tu día a día:

  • Apagar las luces de una habitación cuando no haya nadie en ella.
  • Utilizar focos de bajo consumo.
  • Lavar la ropa con agua fría.
  • Abrir el agua solo cuando se necesite.
  • Usar artículos reusables.
  • Comprar alimentos y productos de limpieza de segundas marcas.
  • Limitar las salidas a comer.
  • Caminar o tomar transporte público en lugar de manejar o tomar taxi.
  • Disfrutar del tiempo en familia con actividades gratuitas.

Paso 6: ajustá tu presupuesto y revisá tus gastos

Si bien ya tenés todo para empezar a mantener un registro de tus finanzas y gastos para poder establecer un presupuesto personal o familiar, esto es solo el principio.Siempre vas a tener que ajustar y reajustar tu presupuesto, y revisar tus gastos ya que todo está sujeto a cambios. 

Es importante revisar y monitorear constantemente tus egresos para asegurarte de que vas por buen camino. Solo algunos elementos son fijos, podés gastar más o menos con el tiempo, al igual que tus ingresos pueden aumentar. Cualquiera sea la razón, adquirí el hábito de revisar a menudo tu presupuesto siguiendo los pasos anteriores.

¿Cómo puedo ajustar mi presupuesto si mis ingresos fluctúan?

Si no tenés ingresos fijos seguro estás pensando que no podés hacer un presupuesto personal, pero por suerte no es el caso. Para fijar ingresos mensuales la estrategia recomendada es tomar el promedio de los ingresos de los últimos 6 meses como parámetro; es decir, sumar lo que ganaste en los últimos 6 meses y dividirlo entre 6. Esto será un buen punto de partida para darle forma al presupuesto.

¿Cómo puedo incrementar mis ahorros sin sacrificar mi calidad de vida?

Como en todo ámbito de la vida, el orden es lo que te va a ayudar a estar adelantado/a a la hora de incrementar tus ahorros. Algunas cosas que podés hacer:

  • Seguí tu plan.
  • Evitá las compras compulsivas.
  • Compará precios y buscá ofertas.
  • Reducí los gastos de ocio.
  • Controlá los gastos hormiga.
  • Planificá tus compras del mes.
  • Prioriza tus metas financieras.

Pero la más importante es: no te compares con los demás. Cada uno tiene su vida, sus metas y sus circunstancias. Centrate en lo importante: tu vida, tus ahorros y la manera de hacerlos crecer.

Tarjetas de crédito: una herramienta para la gestión del presupuesto

A veces necesitamos más que ingenio y perseverancia para gestionar un presupuesto. Un banco puede ser un gran aliado a la hora de ahorrar dinero. Gracias al resumen de tu tarjeta de crédito, podés llevar un registro de todos tus gastos. 

¿Tenés tu tarjeta BBVA hace poco tiempo? Enterate cómo se usa la tarjeta de crédito y aprovechala al máximo.

Pero, además, contás con la función “Mi día a día”, de la App BBVA, que te permite manejar tu presupuesto. Descargala para empezar a visualizar y organizar tus movimientos, según categorías específicas para tener un mayor control de tus finanzas.

Descubrí en este video todo lo que podés hacer con esta herramienta de gestión de tu dinero.

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