¿Lennon o McCartney? Las matemáticas resuelven la duda. Keith Devlin, matemático
Keith Devlin recuerda el momento en que la ciencia ficción se convirtió en ciencia real. Tenía diez años cuando lanzaron el Sputnik, y al ver las imágenes del satélite llegar al espacio se emocionó tanto que decidió estudiar física. “En realidad quería ser astronauta, no lo tenía muy claro, pero sabía que quería ser alguna clase de científico”, dice. Se esforzó mucho en aprender cálculo, y ahí encontró su verdadera vocación: las matemáticas.
Mientras sus compañeros tenían problemas en la secundaria para aprender cálculo, Keith comenzó a estudiar por su cuenta y a leer libros de nivel universitario. Incluso hoy, cuando escribe sus libros, lo hace pensando en ese joven autodidacta de 16 años que estaba fascinado por las matemáticas. “Para mí, la única manera de entender las matemáticas es explicarlas con palabras sencillas. Trato de reducirlo a ideas muy simples que tengan sentido para mí como ser humano”.
La mayoría de la gente tiene una concepción equivocada de las matemáticas, opina Keith. Solo pocas personas logran ver “más allá” y acceden al punto creativo del cálculo, ahí donde se pone en uso todo lo aprendido. Uno de los más célebres ejemplos de esto es el estudio que hizo Keith acerca de The Beatles. Buscando patrones en común y diseñando algoritmos, pudo dar con una fórmula para descifrar qué composiciones le corresponden a Paul McCartney y cuáles a John Lennon. Otro caso similar fue cuando aplicó el cálculo a la serie Juego de Tronos para predecir las líneas argumentales de la serie y el destino de distintos personajes.
Keith tuvo otra revelación cuando estudió la historia de Fibonacci y la comparó con la revolución tecnológica de Silicon Valley, especialmente con Steve Jobs. “Porque fue él quien tomó la informática personal y la convirtió en un producto de consumo. En el siglo XIII, Fibonacci tomó la aritmética moderna y también la convirtió en un producto de consumo. Él la explicó y presentó de una manera que la gente común pudiera utilizarla. Por lo tanto, fue una revolución del cálculo mental y sobre el papel”.
Su trabajo como divulgador también lo llevó a derribar falsos mitos acerca de las matemáticas, como la relación entre la proporción áurea y la belleza de las obras de arte. “No puedes hacer una afirmación sin pruebas”, dice Keith. La verdadera proporción áurea está presente en el mundo natural, pero no tiene una relación con la estética o la divinidad.
El estudio de las matemáticas cambió mucho desde la aparición de las computadoras personales, las calculadoras digitales y los celulares inteligentes. “Para llegar a ser matemático no es necesario dominar el cálculo, ya que hay herramientas para hacerlo. Lo que tienes que aprender ahora es a usar esas herramientas”, afirma Keith. Por eso es un fiel creyente del poder creativo de las matemáticas, y compara el oficio del matemático al de un director de orquesta: “no tienes que tocar ninguno de los instrumentos, solo tienes que entenderlos”.
El humano es un ser creativo, por eso no es necesario que entrenemos nuestra mente para ser calculadora. En este sentido, los videojuegos que Keith desarrolla para enseñar “matemáticas reales” utilizan ejercicios aplicados a situaciones prácticas. Keith también señala la utilizad de Google para encontrar documentos o imágenes, y de una herramienta llamada “Wolfram Alpha”, para encontrar problemas matemáticos. “Está todo ahí, en las herramientas, así dirigimos la orquesta de la que hablaba antes”, dice Keith.
Hoy en día, la habilidad para usar las matemáticas consiste en hacer dos cosas, opina Keith. Cuando te encontrás con un problema, lo primero que tenés que usar es Google para entender qué rama de las matemáticas mejor se adapta. Y luego podés aprender por tu cuenta usando esos mismos recursos. Por eso insiste en que las matemáticas no son simplemente resolver ecuaciones, sino que son una forma de pensar que se puede aplicar a diferentes problemas.
Keith suele comparar las matemáticas con la arquitectura. La arquitectura no consiste en poner ladrillos, sino que se trata de toda la creatividad en el diseño del edificio y de entender el uso que se da a los edificios. “La mayoría de la gente no tiene idea de que lo que hacen en la clase de matemáticas es solo la mecánica”, opina Keith y agrega: “lo importante de las matemáticas es el pensamiento”.
Biografía
Keith Devlin es matemático, profesor y autor de más de 30 libros de divulgación. Es además cofundador del Instituto de Investigación Avanzada de Ciencias Humanas y Tecnologías de la Universidad de Standford. También es el creador de la red de investigación Standford mediaX y de BrainQuake, una compañía que crea videojuegos para facilitar el aprendizaje de las matemáticas.