"Sed los entrenadores emocionales de vuestros hijos y dejadles expresar todas las emociones que llevan dentro"
"El 98% de los niños, hasta los cinco o seis años, son genios en el pensamiento divergente, con los años perdemos creatividad"
La aportación de la tecnología en la educación va a ayudar a hacer la educación más eficaz y más personalizada a un coste mucho más bajo. En los próximos diez años, las aulas se habrán transformado. Nos puede ayudar, primero, a entender mejor al niño. Nos ayuda a saber cuáles son las ventanas de conocimiento, las épocas en las que los niños están más preparados, las horas del día, cómo tienen que aprender, cómo pueden consolidar aprendizaje. Todo esto va a empezar a ser como la higiene física. Nos falta todavía mucho camino por recorrer, y la tecnología nos va a ayudar a entender ese mapa, cómo transitarlo mejor.
Tenemos un cerebro donde la razón y la emoción no están enfrentadas, sino que funcionan a la vez. Hemos descubierto que resulta que nuestras emociones son entrenables, como un músculo. Y estamos hablando de que en las escuelas no solo podemos aprender lengua y matemáticas, que son realmente las habilidades a las que se les ha dado importancia hasta ahora. Sino que podemos enseñar a los niños autocontrol, optimismo, alegría, serenidad… y que estas emociones tienen un impacto brutal sobre su inteligencia, porque un niño estresado, un niño triste aprende mucho peor que un niño que está emocionalmente en paz. Las emociones dejan una huella sobre todo en nuestra longevidad, nuestra memoria, nuestra capacidad de aprendizaje, todo.
Es importante enseñar a los niños a vivir con lo bueno y lo malo que nos da la vida, los momentos duros, y a sacar aprendizaje de cada uno de estos momentos, a ser, a disfrutar de este milagro. Es un milagro que estemos vivos aquí, bastante extraordinario. Somos todos campeones solo por haber llegado aquí, es increíble.