Información

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrar a los usuarios publicidad relacionada con sus preferencias. Si se continúa navegando, consideramos que se acepta su uso. Es posible cambiar la configuración u obtener más información.

Álvaro Neil

El presente es el mejor país que existe

Aprender a vivir en el presente. Álvaro Neil ‘Biciclown’, viajero

Álvaro Neil estudió Derecho por cinco años hasta que descubrió que tenía “mapamunditis”, una curiosidad incurable por conocer el mundo. Confió en la intuición de que había otra manera de vivir, así que decidió cambiar su vida, vender todo lo que tenía, y en 2001 salió a recorrer Latinoamérica en bicicleta. “Los sueños te cambian la vida”, dice acerca del momento en que se propuso dar la vuelta al mundo sin saber cuántos años le llevaría esa hazaña.

Pero de todos los países que conoció, Álvaro dice que el presente es el mejor país que existe. Por eso siempre que puede se toma una pausa para realizar un ejercicio de respiración y dejar que el mundo siga corriendo. De esa manera comenzó su charla, pidiendo al auditorio que cierre los ojos y se concentre solo en la respiración. Esta breve meditación es especialmente útil cuando nos apuramos para llegar a un lugar, pero sentimos que el espíritu quedó demorado en el camino. 

Álvaro se entregó en cuerpo y alma a su sueño, sin miedo a fracasar ya que el verdadero fracaso es no intentarlo. Tuvo que luchar a favor de su intuición y en contra de la voz de la consciencia que lo llenaba de dudas y miedos. “La vida es un viaje”, dice, y la muerte es lo que obliga a las personas a cumplir sus fantasías. Solo es necesario prepararse y distinguir entre los sueños y los meros deseos: “todos vosotros tenéis una misión en la vida, el reto es descubrirla”.

La vida de nómade le enseñó una incontable cantidad de lecciones, entre ellas la importancia de establecer una relación directa con la naturaleza. “El hombre no ha hecho la naturaleza, existía antes que nosotros y es un regalo”. Por eso cree que nuestra misión no es mejorarla sino conservarla. También aprendió a renunciar cosas materiales y a entender que elegir es un ejercicio de libertad. En vez de tomar la renuncia como algo negativo, Álvaro ve lo positivo en la elección. “En el momento en que eliges un camino, debes olvidarte de los otros caminos”. Y solo disfrutando ese camino elegido uno puede entregarse con pasión.

Viajando también aprendió que la gente está ahí para ayudarte, que todos son tus amigos, y que nadie eligió dónde nacer ni el color de su piel. De todos los territorios que recorrió, no encontró fronteras más grandes que las que uno mismo se pone. Por eso aconseja pensar en objetivos realistas y que sean posibles de cumplir, de esta manera será difícil fracasar,

Álvaro llevó su espectáculo de clown por todo el mundo, en especial a la gente que lo había perdido todo, como las víctimas del tsunami de Japón en 2011. Pero él cree que un payaso no tiene nada que enseñar a los niños, sino que tiene que aprender de los niños. El niño es puro juego, cree, es el mayor payaso que existe. Por eso quizás sea tan peligroso hablar sobre sueños a los chicos tan jóvenes porque son capaces de dejarlo todo, incluso su educación. En ese sentido, recomienda esperar un poco: “hay que aprender todo lo posible, el conocimiento es bueno y os ayudará a identificar un día vuestro sueño”. No hace falta ir a la búsqueda, el sueño tiene sus maneras de ser descubierto. 

En sus aventuras, su más fiel compañera fue la bicicleta. Álvaro la eligió sobre el auto o la moto porque es el medio de transporte más humano, ya que todo lo que ocurre en la bicicleta ocurre a velocidad humana. De hecho, tituló uno de sus documentales “A la velocidad de las mariposas” por esa razón. El silencioso andar de su bicicleta le permitió apreciar el canto de los pájaros, el fluir de los ríos, y el viento contra las hojas de los árboles. 

“La soledad también ha ido una gran compañera”, dice cuando le preguntan qué aprendió sobre sí mismo en sus viajes. También apreció la solidaridad, y comprobó que la gente que menos tiene es la que menos da. El valor de las cosas no lo da el mercado, explica Álvaro, el valor lo da la necesidad. Por eso le aconseja a la gente que no se obsesione con el dinero, porque lo más importante no vale dinero: vale atención y que le des las gracias.

A modo de cierre, Álvaro dice que no es una locura perseguir tus sueños. La verdadera locura es irse a la tumba sin haberlos vivido. “El cementerio está lleno de soñadores, de gente que quería. Si tú crees en ti, nada ni nadie podrá detenerte”.

Biografía

Álvaro Neil es un ciclista que recorrió más de 117 países y 200 mil kilómetros durante trece años. Ha producido cinco documentales y es autor de seis libros en los que comparte lo aprendió en sus viajes acerca de la libertad, el valor de lo inmaterial y la importancia de la solidaridad.