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Albert Espinosa

No existe la felicidad sino ser feliz cada día

Descubre el libro que cambiará tu vida. Albert Espinosa, escritor

Albert Espinosa es escritor, guionista, actor y director de cine, pero quizás sea reconocido por haber sido un sobreviviente de cáncer. “Tuve cáncer de los 14 a los 24 años, perdí una pierna, un pulmón, un trozo de hígado, pero fui feliz”, afirma. Su primer hogar fue el hospital, donde sus padres iban a visitarlo por las mañanas y las tardes, y las noches las compartía junto a su madre hospitalaria, una mujer de 92 años que le dio una increíble educación. Uno encuentra a los grandes maestros en los lugares más insólitos del mundo, y ella le enseñó valiosas lecciones como el poder de las preguntas, o la ganancia que se esconde detrás de toda pérdida.

Incluso después de haber perdido la pierna izquierda, Albert encontró formas de mantener la felicidad. Por eso le gusta decir que todos los días se despierta con el pie derecho, o que es la única persona que realmente tiene un pie en el cementerio, ya que allí enterró su pierna. Cuando un médico le dijo que tenía muy pocas probabilidades de sobrevivir, fue a la isla de Menorca a pasar el último mes de vida en un hospital maravilloso junto a otros niños con enfermedades terminales. Allí comprendió que “si aprendés a morir, aprendés a vivir”, y plasmó sus experiencias en la serie televisiva “Pulseras rojas”. 

Luego del colegio decidió estudiar Ingeniería Industrial, y ahí encontró la actuación, ya que cree que el cálculo y el álgebra son muy parecidas a las artes. Esa carrera le permitió entender mejor las preguntas y respuestas, y lo llevó a conocer gente muy diferente. Pero también señala a uno de sus doctores como una de las personas que más le enseñó sobre las lecciones de la vida. Con él aprendió que hay que aceptar todo lo que viniese, y a entender que hay que pedir lo que uno necesita para obtenerlo. También inspiró uno de los títulos de sus libros, ya que le dijo que debía amar su caos, amar su diferencia. “A mí no me importa que me miren por la calle, la diferencia es cómo me miran”.

Albert sabe que las cosas tristes traen mil cosas alegres, por eso es necesario que en los colegios enseñen a los niños a interpretar sus emociones y a desarrollar una mejor relación con el dolor. “Nunca entiendo que la gente no esté volcada en conseguir que no exista el bullying”, dice y señala que los padres de los menores deberían tener una responsabilidad penal. En el colegio y el hospital descubrió un amor profundo por los libros, que cree que son como medicina ya que pueden ayudar a sanar. “De Profundis” de Oscar Wilde, por ejemplo, le ayudó a entender el dolor en su máxima escala ya que está escrito con una belleza trascendental. Aún así, cree que es inútil obligar a leer ya que los niños “leerán cuando quieran leer y cuando necesiten palabras de otros para curarse”. 

Acerca del amor, uno de sus padres hospitalarios le enseñó que amar es como el ajedrez. Hay gente que ama con movimientos rápidos como los alfiles, otra con movimientos imprevisibles como los caballos, y mucha otra gente que ama como peones: “que su máximo movimiento en el amor es un pequeño paso hacia adelante, que tienen una forma de amar muy lenta, pero que pueden llegar al final del tablero y convertirse en otra figura y amar de una manera diferente”. Por eso es muy respetuoso en la idea de que cada uno tiene su propia forma de demostrar afecto.

“Lo que te diré cuando te vuelve a ver” fue un libro que escribió sobre la muerte de su padre. Él solía decir que la bondad es una elección y la inteligencia es un don. “En esta vida es tan fácil no tener bondad, es tan fácil pensar en uno mismo”. Su padre también fue una fuente de inspiración para su libro “Lo mejor de ir es volver”, en donde describe a un personaje que hacía muchas listas de pros y contras. Antes de morir, su padre trituró todas sus listas, las convirtió en relleno de una almohada y se las regaló. Le dijo: “esa almohada, cuando duermas, ahí están todas mis preocupaciones que absorberán todas tus preocupaciones”, y Albert promete hacer lo mismo el día que él muera. 

El principal objetivo en la vida de Albert siempre fue el de cambiar el mundo a través de historias. Eso es lo que buscó en las películas y series que ayudó a crear y en los libros que escribió. Uno de sus mayores logros fue lograr que “Pulseras rojas” sea una serie sobre adolescentes con cáncer pero no con una mirada triste. El éxito de esta obra hizo que en sociedades de todas partes del mundo se comience a ver a los niños con cáncer de una forma diferente, y que ellos mismos puedan verse como superhéroes que en vez de llevar capas llevan pulseras rojas. 

Para cumplir esta meta, Albert cree firmemente en el humor como un vehículo para cambiar la vida de las personas. La risa es fundamental para vivir, algo que demuestra en cada una de sus historias ya que todas contienen chistes escondidos e ingeniosos juegos de palabras. Por eso, para finalizar, Albert tiene un último consejo: “disfrutemos de la vida, vivamos muchos años y no perdamos el sentido del humor y la felicidad”.

Biografía

Albert Espinosa es escritor, guionista, actor y director de cine. Comenzó a escribir en el hospital mientras luchaba contra un cáncer. Es autor de libros como “Lo que te diré cuando te vuelva a ver, “Lo mejor de ir es volver” y “El mundo amarillo”, y ha vendido más de tres millones de copias en 42 países. Su película “Planta 4ª”, dirigida por Antonio Mercero, estuvo nomoniada al Premio Goya.